martes, 14 de octubre de 2008

NUESTRO PROYECTO

Estimados colegas:

El Colegio de Traductores Públicos de la Ciudad de Buenos Aires es la institución que nos espera al salir de la universidad y el marco de nuestro ejercicio profesional a lo largo de todos los años en que ejerzamos la tarea profesional.
Si bien a veces, por diversos motivos, podemos estar un poco alejados del Colegio es importante que asumamos siempre el compromiso de velar por su integridad.
Independientemente de cuántas veces nos acerquemos a las sedes, de los cursos que hagamos o del grado de participación general que tengamos, la responsabilidad que nos cabe como profesionales es la de indicar el rumbo que deben seguir la profesión y su marco institucional.
El Colegio, y no quienes estén circunstancialmente a cargo de conducirlo, puede llegar a ofrecernos todo y lo único que espera de nosotros es que orientemos su camino, que le indiquemos cómo y en qué momento encarar tal o cual acción.
Para ello nos convoca a dos instancias cruciales. La primera es la Asamblea General Ordinaria que se celebra todos los años. Como sabemos, allí se revisa la gestión del ejercicio anterior y se marcan las pautas que los órganos de gestión, mandatarios del matriculado, tienen que adoptar para el año siguiente.
Tomemos conciencia de que no es posible que sólo un promedio de cuarenta personas, en representación de 6200 matriculados, decida la acción del ejercicio venidero, más aun cuando una parte de esa minoría sólo asiste para responder a intereses puntuales y no globales.
Al día siguiente, tenemos la oportunidad de participar del acto eleccionario, el cual pone en nuestras manos la más maravillosa facultad del ser humano: la libertad de elegir, con todo lo que ello significa.
Ningún traductor público puede soslayar la importancia que tiene una jornada en la que se eligen las autoridades que trazarán el destino de la institución para los siguientes cuatro años.
Los recursos de nuestro Colegio, formados por el importe de la cuota anual, la matrícula y las legalizaciones, son el fruto de nuestro trabajo y deben tener una correcta y justa reasignación, en beneficio de todos los matriculados.
Estos conceptos reflejan fielmente algunos de los aspectos del pensamiento de este grupo político-institucional, llamado Renovación con Trayectoria, que se presenta como una opción para asumir la conducción del CTPCBA para el período 2008-2012.
Nos proponemos como candidatas al Consejo Directivo: Beatriz Rodriguez, María Victoria Tuya, Leticia Martínez, Gabriela González y Lidia Jeansalle y como candidatos al Tribunal de Conducta: Ana María Paonessa, Alicia Carnaval de Fainguersh, Walter Kerr, Nora Bianco, Ana María Fernández, Graciela Bulleraich y Cecilia Irrazábal.
Apoyan nuestra propuesta, entre otros, Bernardita Mariotto, Daniel Yagolkowski, Nora Baldacci, Sandra Ramaciotti, Elena Bartoletti, Diego Barbanente, Damián Santilli, Eduardo Pérez, quienes tendrán a su cargo la coordinación de diferentes comisiones.
Nuestra propuesta es renovar las autoridades que, en algunos casos, llevan doce años de gestión y hacerlo con profesionales que acreditamos experiencia de gestión y de colaboración en el "Colegio", ya que algunas fuimos autoridades y otras participamos en numerosas comisiones de trabajo hasta el año 2004.
Este año, las fechas establecidas son el 24 de noviembre para la asamblea y el 25 de noviembre para las elecciones.
Elegir correctamente permitirá que:
  • El dinero que ingrese al CTPCBA se reasigne en forma eficaz y transparente para que el matriculado sea el único destinatario de esa redistribución.
  • Gocemos de un ámbito de libertad para encontrarnos, debatir ideas, hacer propuestas y ver los ansiados resultados
  • No Estemos sometidos al autoritarismo de turno
  • No sigamos perdiendo incumbencias profesionales, situación que tanto atenta contra nuestra fuente de trabajo.
  • Mantengamos el prestigio nacional e internacional que el profesional de la traducción argentino supo tener en el resto del mundo
  • Recuperemos políticas de desarrollo editorial de prestigio como tuvimos en épocas anteriores, en las que fuimos reconocidos mundialmente.
  • Instalemos políticas de difusión que permitan conocer al Colegio y a sus matriculados como siempre quisimos.
  • Accedamos a beneficios sociales sin precedentes en el CTPCBA, mejores incluso que aquellos que gozan los profesionales de otras disciplinas
  • El CTPCBA vuelva a insertarse en el concierto de las instituciones que concentran a los traductores del país y del mundo
  • Se nos respete en las asambleas por nuestro derecho natural a preguntar, cuestionar y auditar
  • Se consoliden los vínculos con las universidades donde se dicta nuestra carrera, se vuelvan a visitar las casas de estudios y se forme un cuerpo itinerante de formadores

El Colegio nos necesita en forma comprometida, al menos una vez por año, aunque se nos haga difícil. Nos pide poco a cambio de mucho.
Ese acto simple, pero a la vez maravilloso, sin dudas marcará la diferencia. No dejemos pasar la oportunidad.

Para una elección acertada, sin condicionamientos y con proyección de futuro, Renovación con Trayectoria es la única alternativa.
El equipo de Renovación con Trayectoria.

EL FUTURO DE LOS TRADUCTORES NOVELES


Estimado colega:
Del total de miembros de la matrícula del CTPCBA, un importante porcentaje está formado por colegas que recién se inician en la profesión o que hace poco que lo han hecho. Renovación con Trayectoria tiene un gran interés por este grupo porque en él está el futuro de nuestra querida profesión.
Muchos de ustedes habrán entrado en contacto con el CTPCBA antes de matricularse, pero muchos otros, quizá, no conozcan nada de nuestro Colegio, de su funcionamiento y, menos aun, de su historia institucional.
No queremos caer en el error que otros cometen de llegar a ustedes contando cómo y cuán bien nos va en la profesión a los que llevamos 20 años de trayectoria, ni cuántos clientes visitan nuestro estudio ni a cuántos colegas derivamos trabajo.
Tampoco ocuparemos este espacio o cualquier otro para criticar conducciones anteriores o actuales y erigirnos como “la única solución posible” para la “salvación” de un Colegio que no necesita ser “salvado”.
Y mucho menos aun, se nos podría ocurrir “utilizar” al nuevo colega para intereses meramente políticos prometiéndole beneficios (que luego rara vez se cumplen), ni pedirle que asista a Asambleas o a elecciones para proponer y votar un valor de cuota que, de por sí, es inimaginable como opción para alguien recién matriculado, ni para pedirle que vote en la elección “a ciegas” y sólo porque los que “prometen” se consideran la “única opción posible”.
Felizmente, estamos muy lejos de menospreciar de tal modo al nuevo colega.
Muchos de ustedes nos conocen porque entre el año 2000 y el 2004 recorrimos muchas casas de estudio de Capital y del interior del país, para llevar la palabra, el aliento y la presencia de lo que luego sería su Consejo Profesional.
Por eso saben que cumplimos, que somos los mismos que alguna vez estuvimos frente a ustedes contándoles sólo la verdad y no les presentamos ni maravillas disfrazadas ni penurias exageradas.
Respetamos al colega novel y por ello les decimos que se puede vivir de esta profesión muy dignamente, llevando muy en alto el orgullo de ser Traductores Públicos, verdaderos testigos de los cambios importantes que el devenir de los tiempos nos demanda como protagonistas ineludibles.
Sabemos que los comienzos no son fáciles, que todo cuesta y que el miedo a lo desconocido a veces inmoviliza y desalienta. Para hacer que el inicio del desarrollo profesional sea más llevadero, debe haber un Colegio profesional que le brinde al colega novel el lugar que le corresponde, que sepa de sus necesidades, que las conozca por haberlas escuchado de sus propios protagonistas y que entienda cuáles son sus gustos, sus prioridades y sus expectativas. Recién en ese momento, una vez que los haya escuchado realmente, podrá saber cómo orientar la gestión que alcanzará a este segmento de matriculados.
Pero, mientras tanto, mucho es lo que se debe hacer por todos ellos. Se deben considerar beneficios que los coloquen no ya en una posición diferente del resto de sus colegas, sino en un lugar en donde las oportunidades les lleguen de la misma manera en que les llegan a los colegas de mayor experiencia.
Que tengan acceso a descuentos, becas, subsidios y beneficios especialmente pensados para ellos y sólo para ellos. Que sientan que están en su Casa profesional y que tengan cada vez más interés por “pertenecer”.
No garantizamos milagros, pero sí cumplimos realidades. Nos comprometemos a lograr más y mejores condiciones de trabajo traducidas en pasantías, oportunidades de labor en diferentes estamentos empresariales e institucionales y acceso preferencial a los servicios del CTPCBA.
No hemos creado los cursos de prejura en el CTPCBA para que sean utilizados como foros políticos, lo hicimos para que el futuro profesional entrara en contacto directo con su Colegio antes de su matriculación y por ello es que esperamos que pronto se recupere la dignidad que tales cursos debieron tener siempre.
El próximo lunes 24 de noviembre será su oportunidad de intervenir en la Asamblea General Ordinaria que permitirá decidir el futuro de la gestión para el próximo año y el martes 25 de noviembre se renovarán las autoridades que conducirán el CTPCBA durante los próximos cuatro años.
Los traductores noveles tienen un deber y un derecho insoslayables, los de ser protagonistas de la historia institucional de su Consejo Profesional. Renovación con Trayectoria es la alternativa que los dejará cumplir esa posibilidad.

No hay comentarios: