Curioso es que quienes hablan de libertad de
expresión no hayan convocado a ningún
miembro de la actual conducción o personas afines a ella para actividades de
capacitación, cuando la gestión a la que acusan de «cerrada» tuvo y tiene
entre su plantel de profesores a varias personas que formaron parte de la
gestión anterior y de muchos que los apoyan.
También es sabido que la actual conducción
cubrió algunos gastos de viajes y cursos de posgrado a personas afines a la
gestión anterior y, por ejemplo, nuestra
representante ante la CEPUC confirmada y reconfirmada por la actual conducción
fue la apoderada de la lista opositora Primera Línea en el año 2010. Sería
interesante que nos dijeran qué participación tuvieron en el período 2004-2008
los integrantes de la actual gestión o personas afines a ella.
Si se habla de actividades de capacitación,
con orgullo podemos decir que jamás la
oferta de formación para traductores ha sido tan amplia y de tan alto nivel. Y con total
seguridad podemos decir que nunca antes se habían ofrecido en el Colegio becas para cursos/congresos internacionales
totalmente abiertas a todos los matriculados, de las que fueron
beneficiarios muchas personas que no tienen ninguna afinidad política con la
actual gestión.
La institución que recibió esta gestión era
próspera y lo sigue siendo. Y, reiteramos, como siempre, nuestra invitación a
consultar los balances de los últimos 10 años que están a disposición de todos
los matriculados. Un ejercicio
excepcionalmente superavitario es eso, una excepción, tal como lo es un
resultado deficitario como el
que esta gestión tuvo el año pasado y que ha
revertido completamente este año.
Pero una construcción política no se basa solo
en la crítica a la gestión de turno, sino en la oferta de ideas. La crítica por sí misma es un hecho falto
de contenido.
La crítica por sí misma es la
demostración evidente de la ausencia de un contenido concreto para la
presentación de una postura política.
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